Llevo poco tiempo en el mundo de las redes sociales, pero creo que merece la pena desvirtualizar a esos contactos, que en su versión 2.0, te caen bien e incluso catalogarías de “amigos”.
Me fío y seguiré fiándome de mi intuición e intentando conocer a esa gente con quien coincida (como ya dije en Serendipity). Esto vale para el mundo 1.0 y también para el 2.0…porqué no? Y si bien es cierto que a veces la intuición falla, son las menos.
He de confesar que me adentré en la plaza de Twitter empujada por una amiga (queremos un @esa_zubi ya!!) y que, aun hoy, no tengo un propósito diferente a charlar con gente, compartir información y pasar un buen rato.
Mi primer asombro con esta red fue programando una semana en Barcelona. Hubo quien me decía qué podía ver o a donde podía ir, pero lo que más me sorprendió fue el ofrecimiento sincero de Xavi como 112 particular si necesitaba ayuda estando en una ciudad extraña para mi. Además me invitaron a acudir al primer Mojito and tweets que se iba a celebrar durante esa semana, una pequeña reunión de tuiteros barceloneses en un ambiente agradable como el del Cactus Bar.
Ese día en el hotel dude mucho en si acudir o no a dicho evento: era un grupo de gente que no conocía, tan sólo seguía a Lluis y Xavi, un mundo 2.0 que apenas conocía, una ciudad distinta…. de nuevo fue Ana quien me animó.
Finalizada la formación y con la mente aún llena de dudas y bastantes nervios, me encaminé hacia el metro… omitiré mi torpeza para localizar el local. Era un grupo reducido de gente amable y simpática, y acallados los nervios, pasé un rato muy agradable que se alargó junto a Lluis, Xavi y Andrea.
Al día siguiente volví a Pamplona con sensaciones positivas y gente nueva que vale mucho.
A los pocos días se celebraba en Pamplona el Eats and Twitts, no pensaba acudir ya que no conocía a nadie… salvo a Juantxo, antiguo compañero de trabajo al que hacía 2 ó 3 años que no veía; Juantxo me animó y las buenas sensaciones traídas tras conocer a Lluis y Xavi hicieron el resto.
Acudí al Eats and Twitts bastante más nerviosa, quizás porque la cantidad de participantes era mayor o porque se trataba de mi cuidad o por cualquier tontería que rondara en ese momento por mi cabeza. En esta ocasión tampoco seguía a muchos de los participantes, así que salvo excepciones como con Ivan, casi todo eran nuevos encuentros.
El resultado fue una comida amena y conocer a la gente interesante con la que compartía mesa.
Y seguí pasando por la plaza de Twitter.
Un día Fátima, gran tuitera con la que hablo frecuentemente, me comentó que venía a Pamplona junto con Antonio y Ramón, y que podríamos tomar un café a media mañana antes de que acudieran a una reunión. Nos intercambiamos los teléfonos. Sinceramente en esta ocasión más que nervios tenía “miedo” de molestarles en su agenda, por eso en vez de llamar a Fátima le mandé un sms. Su respuesta fue rapidísima y me acerqué a la cafetería en la que estaban ultimando cosas para la reunión.
Tomamos un café y charlamos… me encantó poner cara y voz a una de las personas con quien más coincidía en Twitter!!
Hace unos días 2 tuiteros a los que sigo y que en su versión 2.0 me caían bien, quedaban a tomar un café…. y les dije que si no les importaba que me «apegase», yo me apuntaba también; Confieso que estuve a punto de no ir, sorprendida por mi “descaro” al auto-invitarme… pero me alegro un montón de haber podido tomar un café con Pablo y David.
En cada una de estas ocasiones he estado nerviosa como una niña, quizás sea resultado de esas dudas naturales de pensar que puede que algo no funcione y que al encontrarte cara a cara puedes no caer bien o que alguien no te entre por los ojos.
Como dije al principio, me fío de mi intuición y si alguien me cae bien en su versión 2.0 seguro que también lo hace en el mundo 1.0; e incluso a veces es más fácil conocer a la persona por sus tweets que en la vida real!!
Y aunque a veces me cueste un poco “meterme” en una conversación (acaso entrarías en la conversación de la gente que se está tomando un café en la mesa de al lado o que caminan cerca tuya?), seguiré por la plaza de Twitter. Ahí hay gente a la que ya conozco, y que espero un día poder ver en persona.
Desvirtualizarse? Si, sin dudas… ahora tus tweets tienen cara y tienen voz :)