Le gustaba hablar a los ojos de la gente, y esperaba que los demás le hablaran a sus ojos. Pero últimamente la gente no le hablaba a los ojos…llevaba unos días prestando especial atención para intentar conocer cuál era la causa.
En una reunión donde el interlocutor se encontraba bastante inseguro de sí mismo, se percató de que durante las tres largas horas no habló a los ojos de ningún asistente.
Otro día le contaron una historia que no coincidía exactamente con la realidad… y tampoco en esta ocasión le hablaron a los ojos.
En esos días se encontró con alguien a quien quería mucho pero que hacía tiempo no veía… el contacto visual de la compenetración y la confianza que dan los años y las vivencias juntos!!
Pensó que ya lo tenía… cuando alguien se siente inseguro o no está contando la verdad, no habla a los ojos?? ….o es necesaria una complicidad para poder hablar a los ojos??
Pero durante estas jornadas de observación, se sorprendió al percatarse de que en determinadas ocasiones ella no hablaba a los ojos de la otra persona. Analizó cada una de las situaciones y llegó a la conclusión de que esto sucedía cuando esa persona le provocaba algún sentimiento, cuando se encontraba inmersa en su mundo o cuando tenía que contar algo que podría avergonzarla.
Al final no pudo determinar porqué la gente no habla a los ojos, pero esa situación le causaba una extraña sensación..
Hay gente que aunque esté acostumbrada a hablar a los ojos, en determinadas ocasiones o circunstancias no lo logra; y otras personas no lo hacen nunca, salvo con determinadas personas.
Por favor, háblame a los ojos!!!